Tarapoto: Laguna Azul

A veces, cuando veo las noticias trágicas de como nuestro mundo se está deteriorando por no cuidar el medio ambiente, me deprimo y me dan muchas ganas de buscar soluciones. Pero por lo pronto, evito contaminar por mi cuenta, como por ejemplo: me ducho en 8 minutos, o mientras me lavó los dientes cierro la grifería, o llevo conmigo todos los desechos de lo que he consumido hasta llegar a casa y botarlos. Soy consciente de que soy una hormiga en este inmenso mundo donde pocos nos preocupamos por eso. Sin embargo, conocer Tarapoto (en la selva de mi país, Perú), estar allí, enciende esa pequeña llama de esperanza que me queda, vuelve a cobrar vida y empieza alumbrar tanto, que veo mi alrededor con más claridad y vuelvo a creer.

PULMÓN VERDE

He encontrado un inmenso pulmón verde en este viaje, donde los árboles crecen por doquier, donde se respeta el medio ambiente, donde los animales crecen sin miedo, donde todos conviven en paz y respeto. He visto como los tarapotinos cuidan su hábitat, usan motos y casi nada de autos, he visto basureros por doquier, he visto una ciudad humilde (por todo lo que han pasado) pero limpia por donde iba.

TARAPOTO

Me bajo del avión y una ola de calor me invade, salimos del aeropuerto y el señor Pedro nos está esperando, nos recibe con un fuerte apretón de manos y un feliz y sonriente “Bienvenidos a Tarapoto”. En cuanto nos subimos al auto, nos empieza a conversar y hacernos bromas, me percato que hemos llegado a la selva, porque aquí la gente siempre vive alegre. Sospecho que su clima es una de las razones de su alegría o quizá porque no saben qué significa tener tráfico, o también por toda la naturaleza que hay alrededor, no lo sé, pero Tarapoto es una ciudad feliz y eso se puede ver apenas llegas.

CATARATA AHUASHIYACU 

A la mañana siguiente nos vinieron a recoger de la agencia de turismo que me recomendó el hotel. Probablemente esa recomendación fue la que nos hizo el viaje. El bus parecía un show de stand up comedy, donde el chofer y guía Jhordy Sting Bodianky (queda claro que su mama era una amante de la música) hacían un ping pong de chistes captando la atención de todos los que estábamos a bordo. La primera parada fue la catarata Ahuashiyacu. Para llegar a ella caminamos por diez minutos, me sentía como en una película de ficción, similar a Avatar o a Maléfica, donde vemos a Angelina Jolie viviendo en un bosque encantado. Todo era verde, incluso las piedras están vestidas con musgo, un pequeño riachuelo cruzaba por la mitad del lugar y el sonido del agua golpeaba suavemente las rocas, se escuchaban los pájaros cantando por todo el lugar, todo parecía mágico y con la catarata de 40 metros de alto, realmente parece un cuadro perfectamente pintado.

LAGUNA AZUL

Esa misma tarde partimos rumbo a la Laguna Azul. Fue impresionante el camino para empezar adentrarnos a la misma ceja de selva, luego cruzamos el río Huallaga en un trimarán hasta llegar el pequeño poblado de Sauce. Una vez aquí, lo mejor es tomar un motocar, nosotros tuvimos la suerte de encontrar a Manuel, un amable pueblerino que nos dio su número de teléfono para las siguientes movilidades que necesitaríamos y nos llevó sanos y salvos hasta nuestro hotel El Sauce Lodge. Cuando llegamos, pude ver que literalmente estábamos en la mitad de la nada. Las áreas verdes bordeaban el lugar, los caballos estaban pastando y unos cuantos bungalós sueltos al azar. Cada dormitorio tenían una gran mampara que ofrecía una vista privilegiada hacia la laguna azul. Me encontraba feliz y en paz de poder estar en un lugar así.

CUIDANDO EL GRAN PULMÓN

Al día siguiente me levanté a las 7am con una vitalidad con la que casi nunca me levantaba. Desayunamos y nos quedamos esperando al bonachón Wilber Torres, quien nos iba a dar el tour por el lugar. Cuando nos recogió nos empezó a contar como este recóndito poblado de la laguna azul ahora vive en paz después de años de terrorismo. Ahora este lugar lleno de vida y color, con gente viviendo tranquila y del turismo, se encontraba a salvo y lejos de ese miedo que algún momento los atrapó. El lugar es como un oasis que recomiendo sin duda visitar si vas a Tarapoto. Luego de este viaje me quedo convencida de que hay lugares llenos de vida como éste. Lugares que hacen que vuelva a creer en que sí hay esperanza y que no debemos perder de vista nuestros sueños. Así como hay una Mary cerrando todos los caños que encuentra abiertos, hay miles de tarapotinos cuidando y resguardando día a día su ideal mundo verde. Ese mundo verde que ayuda a que tengamos un gran pulmón y que nos recuerda que tenemos que luchar y cuidar este mundo en el que nos ha tocado habitar.

GUÍA PARA VIAJAR A TARAPOTO

¿CÓMO LLEGAR?

En avión:

Vuelos regulares de Lima a Tarapoto (1 hora de vuelo). Lo más recomendable es ir en avión ya que los viajes en bus son muy largos.

En bus:

Para llegar a Tarapoto hay dos rutas principales. La primera es vía Moyobamba y la segunda vía Tingo María – Huánuco y en La Oroya hasta Tarapoto. Ambas rutas se conecta con la ciudad de Lima. Existen empresas de transporte con salidas diarias desde Lima y Chiclayo. (Tiempo de viaje 22 horas Lima Tarapoto)

¿Dónde dormir?

En Tarapoto:

DM HOTELES TARAPOTO, Este lugar es un encanto, está rodeado de verde.

En la Laguna azul:

Sauce Lodge. Búngalos sueltos al azar que tienen una vista privilegiada desde la habitación hacia la laguna. Ten en cuenta que se manejan con un grupo electrógeno que se activa desde las 6:30pm hasta las 10:00pm.

¿Qué hacer?

• Catarata Ahuashiyacu, Entrada: S/.3.00 (sirven para mantener la reserva natural limpia)
• Cataratas Huacamaillo y Tununtunumba, son más escondidas y privadas. 
• La Laguna Azul y el distrito de Sauce
• Castillo de Lamas (aunque intentamos entrar, llegamos muy tarde, será motivo para volver

¿Qué tours recomiendo?

Tienes varias opciones para visitar Tarapoto y sus alrededores AQUÍ. Para conocer más de la Laguna Azul: Llamar al señor Wilber Torres. Teléfono: 978884454. Costo: S/.20.00 c/u y son dos horas de tour en la lancha.

¿Cómo movilizarme?

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¿Dónde comer?

En Tarapoto vayan a la Patarashca, los platos cuestan entre S/.15.00 a S/.20.00.

POST DE PERÚ:

Lima: 20 cosas increíbles para hacer 7 imperdibles en Trujillo Guía para viajar a Arequipa

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