Empiezo este post citando al filósofo Martin Heidegger “El hombre cae en este mundo, lo menos que puede hacer es conocerlo”. Esta es una frase a la que recurro continuamente y es que llevo en mi mente una lista de lugares y cosas que quiero conocer en esta vida, una de ellas era: ver la inmensidad del Desierto del Sahara.
Hay lugares o momentos fáciles de describir pero cuando pienso en el desierto y en lo que mis ojos vieron; pasan tantas imágenes, sentimientos y pensamientos que no sé ni por dónde comenzar.
Hemos estado dos días en el desierto y para llegar a este imborrable momento hemos tenido que estar 7 horas en un carro desde Marrakech. Recorrimos una carretera sinuosa acompañada de un paisaje cambiante que incluyen cerros llenos de vegetación, hasta precipicios rocosos donde se te perdía la vista al mirar hacia el interior de ellos.
KASBAH AIT BEN HADDOU
En el ínterin hemos encontrado en medio de cerros un diamante. La Kasbah Ait Ben Haddou, una impresionante ciudad fortificada de color rojizo a orillas del río Ounila.
Las construcciones más antiguas datan del siglo XVII y hasta la actualidad algunas familias viven ahí e incluso algunas películas de Hollywood se han grabado en este lugar.
Visitar esta imponente ciudad nos ayudó para estirar las piernas. Desde lo alto pudimos empezar a entender que así como este “oasis” en medio de la nada, nos esperaba algo aún más mágico cuando lleguemos al desierto.
ZAGORA
Llegamos a Zagora, donde nos harían subir a camellos. Estar encima de un camello, se compara a la sensación de estar en una montaña rusa, cuando este alto animal se levanta y te hace perder el equilibrio a muchos metros del piso.
La impaciencia por llegar a esas dunas misteriosas que tantas veces las había visto en postales, películas o fotos había comenzado.
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Entrando al desierto
Partimos con un grupo grande. Al comienzo todo era risas, nervios y tomábamos muchas fotos, todos impresionados con la experiencia. Atrás dejábamos las partes rocosas y empezamos a divisar aquella arena dorada que tanto anhelábamos ver.
Después del barullo, llegó la calma. Cada uno se metió en sí mismo y se sumergió en sus propios pensamientos y yo no era la excepción.
Aproveché y me puse los auriculares y aunque suene imposible mi Ipod se puso de acuerdo con la naturaleza y empezó a sonar “Desert Rose” de Sting
Sí, sé que puede parecer casi imposible o que lo tenía planeado, pero les juro que no fue así. Había recibido un regalo del destino. Se me erizó la piel y me dejé llevar por esta maravilla que me había regalado la vida y ver que este sueño se hacía realidad.
El pequeño espacio que ocupamos
Cuando recuerdo este momento es uno de mis top 5. Ver las dunas bañadas por el cálido sol de la tarde, haciéndolas lucir más doradas de lo que ya son. Admirar la inmensidad del desierto que por momentos te hace vibrar. Notar que no eres más que eso, que un pequeño granito de arena en este planeta, de entender que tenemos que respetar dónde vivimos.
Todos deberíamos tener un poco de ese espíritu nómada de nuestros guías y dejarnos llevar por este mundo.
En la Jaima
Después de casi dos horas, habíamos llegado a la Jaima, una especie de tienda de campaña usada por los pueblos nómadas o del desierto.
Con el sol a punto de ocultarse, dejamos nuestras mochilas en la tienda asignada y aprovechamos para tomar fotos y tocar con nuestras manos la arena fina y perdernos viendo este infinito océano dorado.
Cuando llegó la noche, nos abrigamos y nos invitaron a comer a una de las principales jaimas. Al momento de entrar a ella, no solo nuestros sentidos volvían a prenderse por los colores sino por sus aromas.
La Televisión del Desierto
Terminando de cenar, el anfitrión principal, llamado Muhammed, nos invitó a beber té. Mientras tomábamos el té, nos explicaba que no le gustaba la ciudad, que disfrutaba de estar sólo, en silencio e ir moviéndose a su gusto.
Mientras él se retiraba a compartir con otras personas del grupo, nos invitó a ver la “Televisión” del desierto”. Esto consistía en disfrutar las miles de estrellas en el cielo despejado, alejado de toda la contaminación.
Además que nos acompañaba una cálida fogata y de fondo música para deleitarse, tocada por los bereberes al son de sus tambores para así ir a dormir tranquilos.
Al día siguiente
Uno de los momentos que no deben perderse es el amanecer. Es precioso ver el sol salir entre las dunas.
Ha llegado el momento de decir adiós a estas increíbles personas que son los guardianes del desierto. De esos nómadas que velan por la arena, que protegen sus oasis y viven sumergidos en sus dunas. A esos a los que yo los llamaría “centinelas del Sahara”.
GUÍA DEL VIAJERO PARA EL DESIERTO DE ZAGORA
Excursiones en el desierto
Tienes varias opciones para visitar el desierto. Aquí te dejo algunas ideas:
Marrakech: tour medio día por el desierto. Quad y dromedario
Paseo en camello y noche en el desierto
Excursión de 2 días al desierto de Zagora
Paseo en camello por el desierto con cena y espectáculo
Marrakech: tour de 2 días, desierto Sahara, Zagora
¿Qué llevar al Desierto de Zagora?
Deben de llevar sombrero o gorro y también bloqueador por el fuerte sol.
En cuanto a la ropa, ligera para el día y abrigada para la noche. No les debe faltar agua.
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Me encanta tu última historia ….. y me provoca unas ganas inmensas de conocer tan hermoso y sorprendente lugar. Gracias por compartir.
Gracias Silvia por seguirme y por tus comentarios tan positivos! un abrazo!
Simplemente me encanto… la belleza está en los detalles. Gracias por compartir tus viajes y sigue con tus sueños adelante!!!! SUERTE…
Gracias Alejandra!! me da ánimos mensajes así tan buena vibra. Un abrazo!
Buena experiencia , muy interesante ^_^ sigan asi
me producen sensaciones leer lo que escribis, Es hermoso, gracias por dejar viajar atraves de las fotos, y sin duda es mi proximo destino!
Hola Mary, te escribo porque quizás tú puedas ayudarme.
Me encantaría ir a Marruecos, pero he leído que hay muchos gatos y no solo esto sino que estos animales son muy respetados en este país. El problema es que yo tengo fobia a los gatos, quisiera saber sí en el desierto también hay muchos gatos igual que en la ciudad o si hay algún punto en específico donde te pareció no haberte encontrado con un gato. En el aeropuerto y en los hoteles también habían? Gracias por tu ayuda
Saludos
NMC