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Jueves 17 de Marzo del 2011

(Para entender más esta última parte te invito a leer El primer paso. Llegaba desde París y ya estaba en la estación de tren en Rennes, ciudad que había pisado 9 años atrás, esperando a la mamá de la tercera familia que me hospedó en el 2002.  Esa mujer linda y cálida que me había dado un abrazo en el momento preciso cuando más lo necesité, y ahí estaba ella en el descansillo de las escaleras, nuevamente con sus brazos abiertos y una gran sonrisa.

El tiempo parecía congelado por varios años. Nos conocíamos tan poco pero nos queríamos tanto y ese cariño era real, estaba intacto y era compartido con toda su familia.

LA PRIMERA CASA

Me llevó en el auto hasta la casa. Todo seguía igual, el cambio lo noté en “mis hermanos” – como yo les digo, Quentin y Audrey estaban ya más grandes. Un poco más tarde llegó el hermano mayor que ya no vivía ahí hacía un tiempo, porque ahora estaba casado.

El almuerzo fluyó entre risas y recuerdos. Fue inevitable en ese momento sentirme una niña nuevamente y que por mi cabeza pasen recuerdos de mis otras familias, a las que no había contactado por años, porque no tenía sus mails o el facebook (recuerden que en el 2002 no existía la conexión que hay ahora).

BUSCANDO A BENJAMÍN

Una vez acabada la sobremesa y las risas, me fui al cuarto a descansar. Echada en la cama, me invadieron unas ganas tremendas de saber de Benjamín…¿Qué sería de aquel francés del que me había enamorado a los 16 años?, con el que no sé aún ni como nos comunicábamos pero que compartimos momentos inolvidables y del cual no me llegué a despedir nunca.

Fue así que me vino una idea a la cabeza, ¡Claro, el facebook! ¡Era lógico! no tenía su mail, ni su número. No sabía si su dirección seguía siendo la misma pero tenía nuevas herramientas: Internet.

Me levanté de la cama rápidamente y cogí una laptop para conectarme. Sería lindo verlo, pensé. Nueve largos años habían pasado ¿Cómo estaría? ¿Seguiría tan guapo como era? ¿Estaría casado? ¿Soltero? ¿Y si este viaje se había dado para volverlo a ver?

MALAS NOTICIAS

Puse en el buscador: Benjamín… Fue ahí que encontré su nombre, pero antes decía la palabra “Justicia” ¿Justicia? ¿Qué clase de palabra es esa antes de un nombre?. Entré a la única página que aparecía y lo que vi me cayó como un balde de agua fría. Si digo que se me paró el corazón por varios segundos, no miento. Cerré la laptop, con ella la habitación se vio oscura y parte de mi corazón se apagó.

No recuerdo el resto del día hasta. Fue muy triste abrir los ojos de nuevo y ver que lo que había visto era real. Le pregunté a ella si era verdad que Benjamín llevaba desde el 2005 en coma por un accidente que había tenido en Tailandia. Con la cara llena de pena, me dijo: Sí.

Me dijo que había salido incluso en las noticias y que su padre estaba luchando porque se esclarezca ese “accidente” tan extraño que había ocurrido a raíz de que él había denunciado hechos irregulares en la universidad de Tailandia en donde estaba especializándose.

No podía con la pena que tenía encima pero decidí no arruinar el día con mis lamentos. Le mandé un mail a su papá y me alisté para salir. La noche pasó velozmente.

Al llegar a casa abrí mi mail y ahí estaba la respuesta de su papá. Se acordaba perfectamente de mi, me contó un poco más a detalle el accidente. Ahora vivían en Saint-Malo, una ciudad cerca a Rennes.

Terminaba el mail diciéndome -Cuando recogimos las pertenencias de Benjamín en Tailandia,  encontramos los regalos de Perú que le diste en tu estadía por aquí. Creo que nunca te olvidó porque se los llevó hasta allá- PUM!!! mi corazón se encogió incluso más…comprendí muchas cosas en ese momento que al final de mi viaje, las analicé.

Los siguientes días pasee por las calles de esta ciudad maravillosa, recordé muchos momentos lindos que había tenido aquí.

Tuve la suerte que a raíz del facebook mi primera familia supo que estaba en esta ciudad y me llevaron a su casa. Fue lindo volver a verlos.

FIN DEL VIAJE

La última noche, “mis hermanos franceses”, decidieron hacer una gran fiesta en casa. La mañana siguiente “mis papás franceses” me llevaron a la estación de tren. Mi viaje iba llegando a su fin y yo me encontraba nuevamente entre despedidas y lágrimas.

Me despedí con un hasta pronto y volveré, que juré cumplirlo y no esperar 9 años nuevamente para volverlos a ver.

Un vez en el aeropuerto de Barajas Madrid donde todo había empezado y estaba ahora a punto de tomar el vuelo de vuelta, repasé mi viaje, paso a paso, había sobrevivido a esta experiencia.

Dicen que viajando se fortalece el corazón, pues andar nuevos caminos te hace olvidar el anterior – Litto Nebbia.

El viaje que empezó con una mochila llena de miedos y sacos negros, con un fantasma que me perseguía por donde iba. Ahora volvía a casa, con una mochila en mi espalda llena de experiencias, recuerdos, abrazos, amigos nuevos, amigos viejos y sin el fantasma, porque de este ya me había despedido en Venecia para siempre.

Comprendí que viajar es una buena forma de aprender a superar miedos, tenía fuerza, una fuerza que jamás pensé llegar a tener, me sentía completa, y ya no me volvería a sentir sola.

En este viaje tuve noticias buenas y algunas malas, pero que me sirvieron para levantar la cabeza. Ese día me prometí vivir más. Recordé a Benjamín, su vida se había truncado de un momento a otro y prometí: “Vivir cada día como si fuera el último, porque nadie tiene la vida comprada. Un día estamos acá y al otro quién sabe”.

Si tengo un consejo para ustedes es este: La vida está hecha para disfrutarla a cada minuto. Vivir, se trata de conocerse, respetarse y quererse. Si algo saco de lo último que me enteré en este viaje, es que uno siempre debe despedirse, por más enfadado que esté. No hay peor error en la vida…que poner puntos suspensivos donde iba un punto final”.

Mary

(Este viaje es del 2011, si quieres leerlo completo te invito a leer la primera entrada Atreverse más, pensarlo menos). 

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10 Comentarios

  • Anita Rodriguez dice:

    Bellísimo!!!! Sobre todo la enseñanza, me encantó.

  • Ludovic dice:

    Hoy la curiosidad me gano y me metí! Me gusta mucho el estilo que esta tomando el blog

  • Claudia dice:

    ¡Ay, Mary! Leí toda tu travesía por Europa, y como me pasó la primera vez que entré a tu maravilloso blog: me dio unas ganas inmensas de viajar, veré cuales son las condiciones para visitar éste maravilloso continente éste año junto a una prima, ahora gracias a ti ya se qué hacer y qué no ¡Muchísimas gracias por compartir tan linda experiencia! Y si, como yo siempre digo “¿Para cuándo la vida?”.
    Saludos desde Paraguay.

    • Mary dice:

      Gracias Claudia por escribirme, no sabes lo lindo y reconfortante es saber que hay alguien ahí leyéndome, y que mis historias no se van solas a internet, sino que hay alguien al otro lado leyéndolas! Te mando un abrazo grade y que tengas un viaje lindo por Europa!

  • Oscar dice:

    Increíble anécdota de principio a fin. Puedo decir que en algún momento igual decidí hacer un viaje sin conocer a nadie y concuerdo contigo en que es una experiencia maravillosa. Sin duda alguna esté es un viaje que agendar para el futuro.
    Saludos desde Yucatán México!.

  • Rafaella dice:

    Me pasé horas leyendo detenidamente y con mucha emoción tu travesía por Europa! Que increíble todo lo que llegas a trasmitir y que útil! Solo se volvió más grande mi sueño de conocer ese continente y por sobre todo la enseñanza que nos dejás es hermosa. Saludos desde Paraguay Mary. Esperamos tenerte pronto, otra vez. ?

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