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Chile

Iquique: entre el desierto y el mar

El viaje por Sudamérica estaba llegando a su fin y aunque estaba un poco exhausta por tantos aviones, tantas idas y venidas, viajes relámpagos y cambios de horarios; aún tenía fuerzas para destapar Iquique. Todo el camino del aeropuerto al hotel, estuve sumergida en mis pensamientos, mirando un sinfín de arena, de ese desierto que teníamos que atravesar y que separa a la ciudad de Iquique de los aviones.

Mantuve la mirada hacía el lado derecho del auto, sin saber que al lado izquierdo la arena de tonalidades sepias, desaparecían y se cambiaban por tonos azules y con una inmensidad eterna. Cuando llegué al hotel recién volví a mi misma, me bajé del auto, hice el check in e inmediatamente entré a mi habitación. Una vez que cerré la puerta, un sonido conocido, de esos que me relajan y me llenan de alegría se coló por la ventana. Dejé la mochila encima de la cama y con cautela me acerqué para ver si mi intuición era verdad…frente a mí tenía el mar. foto-iquique-a No demoré más que unos minutos para cambiarme, ponerme cómoda y salir a la playa. A penas llegué a la arena, me quité las sandalias, esa sensación de libertad, de sentir la arena entre mis pies, la sal flotando en la brisa, el viento, las gaviotas volando sobre mi cabeza, los barcos a lo lejos navegando, las olas golpeando suavemente y el mar. Por fin, por fin tenía el mar frente a mi. foto-iquique-b fotos-iquique-d Si me preguntan dónde me gustaría tener una casa, asentarme y echar raíces, mi cabeza empieza a recorrer países, ciudades que he tenido la suerte de conocer y todos esos paisajes pasan como un sinfín de slides, de esos que se proyectaban antiguamente, y ninguno queda como finalista. Pero si hay algo que se repite una y otra vez en estas imágenes de los lugares que he visitado, es el mar. Así que creo que la respuesta de esta gran interrogante es: Dónde haya mar. Así de simple y así de concreto. No importa el país, no importa la ciudad, el continente, solo importa que haya mar frente a mi casa y pueda acostarme con su sonido y pueda despertarme con la brisa marina colándose por mi ventana. ¿Será mucho pedir? iquique-2 En Iquique disfruté de largas caminatas por el malecón, de mirar a los niños jugar en la arena, de amigas sentadas al borde de la playa, con traje de trabajo y sin zapatos para tocar la arena con los pies, de gente manejando bicicleta, otros corriendo. Me encantó dejar el color azul marino detrás e introducirme al centro de la ciudad y perderme entre las casitas de colores que alguna vez fueron las casas de la gente que viajaba hasta aquí para veranear, casas de madera, viejitas, bonitas y con un toque único, con veredas de madera, donde ahora se ponen las mesas para que los bares tengan terracitas pero que alguna vez fueron las fachadas de ésas que solían ser elegantes casas de veraneo. foto-iquique-f foto-iquique-g Todo este colorido recorrido termina o empieza según se quiera ver, en la plaza Baquedano, también conocida como la plaza Arturo Prat. Ese día terminé contenta y totalmente repuesta, como si hubiese tenido un día entero durmiendo, esa es la maravilla de tener el mar al frente. La gente que disfruta de esto a diario, debería saber lo afortunados que son. foto-iquique-e foto-iquique-h Al día siguiente me animé a hacer un tour de todo el día para visitar las salitreras, ésas por las que tanto batallaron Chile y Perú, que ahora no son más que escombros y pueblos abandonados. Mientras caminaba por la salitrera Humberstone, me embargó la pena, no sé si fue por ver un lugar que antes tuvo tanta vida, donde las plazas estuvieron llenas de gente, familias enteras vivieron aquí, compartieron sueños, problemas diarios, alegrías y tristezas. Donde antes hubo un hermoso teatro construido de pino Oregón donde se celebraron eventos importantes, donde incluso la famosa y aclamada María Callas dejó a todos atónitos en una única presentación. Donde alguna vez existió una piscina inmensa que era utilizada por los trabajadores. En fin, donde antes hubo vida, donde antes fue territorio peruano, ahora todo había cambiado y ya nada era como antes. foto-iquique-i foto-iquique-j Terminando este paseo por esta salitrera, disfrutamos todos de un almuerzo. La mesa estaba conformada por un 80% de chilenos, dos franceses y yo, la única peruana sentada ahí. Es increíble ver como todo va evolucionando, cómo dos países que arrastran conflictos antiguos, donde los paradigmas y las suposiciones a veces nos terminan de convencer de algo que no es cierto, sin embargo ahora puede haber y de hecho hay una buena relación. Tuve una agradable conversación con todos, un almuerzo inolvidable, donde intercambiamos ideas y donde todos me trataron con mucho cariño y yo a ellos. El paseo acabó en el pequeño poblado de Pica y visitando La Tirana, una localidad ubicada en la comuna de Pozo Almonte, en la Región de Tarapacá. Allí visitamos a las iglesias de ambos poblados y me di con la sorpresa de encontrarme a dos santos peruanos en estas actuales iglesias chilenas, San Martín y Santa Rosa. Es un gesto bonito que aún permanezcan ahí y que los nuevos pobladores sigan siendo devotos de ellos. foto-iquique-aa foto-iquique-dd Aunque ya hayan pasado años de esas guerras que separaron a dos países hermanos, aún existen diferencias que nos separan pero quería creer que yo estaba ahí, disfrutando de la hospitalidad de los chilenos, viendo a los dos santos peruanos en las iglesias chilenas, y que todo esto era la demostración de que ya no deberían haber más diferencias y que además estaba en la obligación de decirles a todos lo que me leen en este blog, que esas disputas antiguas son parte del pasado y es momento de escribir una nueva historia. Dejamos atrás el desierto y regresamos a Iquique, yo partiría al día siguiente a Perú, mi última escala antes de regresar a mi vida en París. De este lugar me llevo una sola idea: si el desierto y el mar pueden convivir en paz, los peruanos y chilenos también lo podemos hacer. foto-iquique-bb

GUÍA DEL VIAJERO

 ¿Cómo llegar a Iquique?

  • En avión desde Santiago: Hay diferentes vuelos que van desde Santiago a Iquique. Las aerolíneas que viajan a este destino es SkyAirline o Latam.
  • En auto desde Tacna: Si viajas desde el Perú, puedes llegar a Iquique en un viaje en auto de 5 horas aproximadamente.

Clima en Iquique:

  • Todo el año es muy agradable el clima en esta ciudad. De mayo a octubre es más fresco y de noviembre a marzo se puede llegar hasta los 26ºC.

¿Dónde dormir en Iquique?

Revisa las diferentes opciones de hospedaje en Booking.

¿Qué visitar en Iquique?

  1. Recorre el paseo Baquedano.
  2. Conoce la Plaza Arturo Prat.
  3. Visita el Museo Corbeta Esmeralda.
  4. Toma sol en la Playa Cavancha.
  5. Haz tus compras en la Zona Franca.
  6. Realiza una excursión a la Salitrera Humberstone y Santa Laura.
  7. Una parada en los Jeroglíficos de Pintados.
  8. Sumérgete en la piscina natural de Pica.
  9. Pasea por La Tirana
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