Roussillon es un pequeño y encantador pueblo provenzal de tonos ocres. Su ubicación en la cima de una colina y sus colores intensos hacen que sea nombrado como uno de los pueblos más bello de Francia. Para mí, después de Lacoste fue mi segundo favorito en nuestro viaje por la Provenza.
Roussillon tiene pintorescos cafés, tiendas de souvenirs y galerías, pero lo que lo ha hecho famoso son sus canteras ocres “Le Sentier des Ocres” que fueron explotadas desde finales del siglo XVIII hasta la décana da 1930.
Durante nuestra ruta por la Provenza Francesa, nuestro quinto día lo empezamos visitando Roussillon para pasear por los senderos ocres, las calles del pueblo y sus hermosas casas.