Hace cuatro años estuve en mi pequeño cuarto en Barcelona de apenas 3 metros, sentada en mi minúsculo escritorio hablando por skype con un amigo mientras decidía qué titulo ponerle a mi blog y sin saber muy bien qué era un blog de viajes, solo tenía ganas de escribir mis experiencias y de contar las locuras que se me pasaban por la cabeza. No tenía idea de que otros blogs existían aunque luego me diera cuenta que eran miles de miles y que era muy probable que iba a caer entre esa masa de blogs que duran un día o que duran años, sin saber si iba a poder destacar o no entre todos ellos, sin saber que esta idea que nació sin ser meditada iba a girar toda mi vida.
Hace cuatro años vivía en Barcelona, estudiaba allá mi postgrado en escenografía y soñaba con dejar la arquitectura de interiores para dedicarme a caminar entre escenarios y atrezos. Hace cuatro años manejaba bicicleta para ir a la escuela y me encantaba sentir cómo los suaves rayos de sol me rozaban el rostro en ese frío invierno del que no estaba acostumbrada y sin saber que iba a echar de menos cuando dejara esa ciudad que me devolvió el arte y la creatividad que pensé que había perdido por vivir atorada en Lima pensando que lo único que podía hacer en la vida era ganar dinero y trabajar sin parar para sobresalir en el medio como arquitecta y sin plantearme que luego podría vivir viajando y escribiendo.
Fue un 18 de enero que abrí mi blog, con ganas de compartir esas recomendaciones que me habían pedido anteriormente mis amigos para viajar a lugares a los que ya había ido. Sin pretensiones, ni con ganas de querer ganar fama, ni porque quería que me reconozcan como blogger, porque ni sabía que era ser blogger. Creé este espacio y lo abrí sólo para mis amigos más cercanos y mi familia por un año, hasta que el año siguiente, después de ese 2013, decidí abrirle un Facebook a ese blog que ya había tomado más forma y que ya era una parte importante de mi día a día.
Han pasado cuatro años desde que ese sueño creció poco a poco a punta de perseverancia, humildad y mucho cariño. Ese sueño de vivir viajando y trabajando desde todos lados se ha podido llevar a cabo porque trato de no escuchar los “no se puede” y me ocupo de prestar atención a los “vamos, sigue así, tú puedes” y de demostrarme a mí misma que puedo vivir con mis propias reglas sin tener que cumplir expectativas ajenas.
Desde ese 18 de enero del 2013 hasta hoy, he viajado por más de 30 países en 5 continentes, he caminado en más de 100 ciudades, he escrito casi sin parar en mi blog, he publicado muchas notas de viaje en varias revistas, gané un premio en Fitur a nivel mundial y todo gracias a ese blog de viajes que me ha llevado a soñar a lo grande y a escribir posts desde los rincones más extraños hasta la comodidad de mi cama, en donde me encuentro hoy, un domingo 22 de enero, en mi pequeño estudio en París, en donde sueño también escribir mi primera novela, aunque aún esté en pleno proceso de investigación y poder darle luz a esa idea que es solo una aspiración por el momento pero que sueño que se convierta en mi nuevo sueño. Mientras tanto no sé si este blog llegará a cumplir 10 años, ni siquiera 7; sólo sé que aún tengo en mente lugares que quiero conocer, como Suiza, Vietnam, Japón, India, Noruega, Bolivia y Ecuador, y mientras existan esos destinos que me llaman la atención y que sueño conocer, dudo que este blog de viajes se apague porque no puedo negar que gracias a él, yo estoy aquí soñando con seguir recorriendo el mundo.
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Me encanta tu blog Mary porque nos ayuda muchísimo para viaja, y mientras nos envuelves con historias,consejos y anécdotas es lindo y nos demuestra que no es imposible y nos da muchas ganas de viajar sin parar.
Besos y sigue adelante.